Exhortación del episcopado venezolano sobre la propuesta de reforma constitucional
A todos los católicos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad
I- INTRODUCCION
1. Los Arzobispos y Obispos de Venezuela, como ciudadanos y como legítimos pastores de la Iglesia, compartiendo con el pueblo las angustias y esperanzas de cada momento histórico, hemos decidido dirigirnos a todos los venezolanos, a los residentes en nuestro país y, en particular, a los fieles católicos, ante la propuesta de Reforma Constitucional presentada a la nación el pasado 15 de Agosto por el ciudadano Presidente de la República, a la cual se agrega ahora lo propuesto por la Comisión Mixta de la Asamblea Nacional.
2. Nuestra contribución tiene el propósito de iluminar, desde una valoración ética, el juicio y la decisión que sobre el proyecto de Reforma corresponde asumir a los venezolanos en asunto de tanta importancia para el presente y el futuro del país. Fundamentamos esta iluminación en los principios y criterios del Evangelio, de la Doctrina Social de la Iglesia y de los numerosos documentos emanados de nuestra Conferencia Episcopal. Nos impulsan la convicción de que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela ha de seguir siendo patrimonio de todos los venezolanos, sin exclusión, y nuestro compromiso de fomentar la convivencia pacífica de todos los ciudadanos y la concordia entre los diversos sectores e instituciones para la construcción de un destino común como nación.
3. En nuestra fraterna y solidaria reflexión y discernimiento pastoral de la situación del país y, como portadores del clamor y preocupación de muchas comunidades y personas, hemos examinado la relación entre el contenido de la Reforma con las exigencias de la persona humana, su conciencia, su libertad, sus derechos, su dignidad, y con la concepción cristiana de la mayoría de la sociedad venezolana. Hemos considerado también los cambios más relevantes que plantea la propuesta, así como algunas de las consecuencias de índole ética y social que se seguirían de dicha Reforma.
4. En los países democráticos una Constitución es un pacto social, el resultado de las deliberaciones, discusiones y acuerdos de una Asamblea Constituyente, u otro cuerpo políticamente plural que represente al pueblo, y de una consulta electoral libre, confiable y pacífica; su finalidad es garantizar el Estado de Derecho para todas las personas, la estabilidad jurídica de las instituciones y el bienestar integral del conjunto de los ciudadanos. Su legitimidad radica en que acoja la pluralidad de posturas que tienen derecho a convivir en una sociedad democrática. En su articulado quedan claramente establecidos la definición del Estado y sus órganos, siempre al servicio del pueblo, el modelo de país y los principios y valores esenciales por los que el pueblo soberano quiere regir su vida y la de sus instituciones. En consecuencia, el verdadero sujeto de la Constitución es el pueblo, no el Estado y menos aún el gobierno; por eso ella debe expresar el acuerdo de todos los sectores, corrientes e ideologías. No puede ser la consagración de las ideas o propósitos políticos de un determinado grupo partidista. Consiguientemente, una modificación de la “Carta Magna” debe apoyarse en el mayor consenso posible.
II.- NUESTRAS PREOCUPACIONES ANTE LA PROPUESTA
5. La Reforma ha sido presentada como un instrumento para dar mayor poder al pueblo, especialmente a través del denominado “Poder Popular”. En ella se ofrece la reducción de la jornada laboral, y a los trabajadores independientes la tan deseada seguridad social. Sin embargo, se acentúa la concentración de poder en manos del Presidente de la República y se favorece el autoritarismo. Punto central de esta Reforma es que Venezuela pase de “Estado democrático y social de derecho y de justicia” (Art. 2 de la actual Constitución) a ser un “Estado Socialista” (art. 16 de la propuesta). Algunos artículos condicionan la participación del pueblo y la actividad de los ciudadanos a la sola construcción del socialismo (Art. 70) y de la economía socialista (Art. 112). Esto limita la libertad de los venezolanos; se incrementa excesivamente el poder del Estado, se elimina la descentralización, y el gobierno controla muchísimos espacios de la vida ciudadana. En ese modelo socialista, el Estado y el gobierno estarían dirigidos por un Presidente que puede ser reelecto - sólo él - continuamente, con un poder amplísimo que le permitiría disponer constitucionalmente de las instituciones, propiedades y recursos. Esto es verdaderamente grave y modificaría la estructura fundamental del Estado democrático.
6. Un modelo de Estado socialista, marxista-leninista, estatista, es contrario al pensamiento del Libertador Simón Bolívar (Cf. Discurso ante el Congreso de Angostura), y también contrario a la naturaleza personal del ser humano y a la visión cristiana del hombre, porque establece el dominio absoluto del Estado sobre la persona. Experiencias de otros países demuestran que en tal sistema, el Estado y su gobierno se convierten en opresores de las personas y de la sociedad, coartan la libertad personal y la expresión religiosa, y causan un gravísimo deterioro en la economía, produciendo una pobreza generalizada. Ejemplo de ello han sido los países de Europa Oriental, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y, más cerca de nosotros, la República de Cuba. En ese escenario se establecería una discriminación con quienes no participen de la ideología socialista, se reducirían los derechos políticos de muchos venezolanos, y la noción de “pueblo” tendría un carácter restringido y excluyente identificado sólo con las personas y grupos que adhieren al socialismo.
7. El pluralismo político es uno de los valores fundamentales consagrados por la actual Constitución (Art. 2). La implantación de un Estado Socialista es excluyente, e implica el cese del pluralismo y de la libertad política y de conciencia de los ciudadanos. Es un hecho comprobado que dentro de un Estado democrático pueden existir partidos socialistas y gobiernos socialistas. Abundan ejemplos en el mundo actual como Chile y Brasil. En cambio, en un “Estado socialista”, tal como se propone en Venezuela, toda la actividad política, social, económica y cultural se encuadra dentro de una única opción, un pensamiento único.
8. Con respecto al capitalismo y al socialismo, los Obispos nos hemos manifestado en diversas ocasiones. La solución al drama de la pobreza, de las injusticias sociales, de las hirientes desigualdades, no está en el capitalismo salvaje ni en el socialismo marxista, sino en la práctica de la justicia social y de una efectiva caridad (Cf. Juan Pablo II, Encíclica Centesimus Annus 33, 48 y 49).
9. Otros cambios propuestos restringen derechos ya consagrados en la actual Constitución, lo que atenta contra el principio de progresividad de los derechos humanos garantizado en el Art. 19 de la actual Constitución. En este campo de los derechos humanos y constitucionales, algunas disposiciones representan una patente involución, como los artículos 337, 338 y 339 de la Reforma sobre los estados de excepción, que suspenden el derecho al debido proceso (Art. 49) y a la información (Art. 57 y 58). El nuevo poder del Estado, el “Poder Popular”, no nace del sufragio ni de elecciones (R. Art.136), y su promoción, organización y registro es competencia del Poder Nacional (R. Art. 156, 35). Se vulnera de este modo la libertad de asociación (Art. 52), poniéndola en manos del Estado, lo cual quebranta el carácter democrático y electivo de todos los niveles de gobierno, previsto en el artículo 6 de la Constitución, y le quita poder al pueblo. Además, ya el pueblo es sujeto del poder y lo que necesita es tener el pleno ejercicio de sus derechos y libertades y que le presten servicios eficientes quienes han sido elegidos libremente para esas funciones. La genuina democracia no consiste sólo en la elección de las autoridades; “no basta una democracia puramente formal, fundada en la limpieza de los procedimientos electorales, sino que es necesaria una democracia participativa y basada en la promoción y respeto de los derechos humanos. Una democracia sin valores (…), se vuelve fácilmente una dictadura y termina traicionando el pueblo” (Documento de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Aparecida 74).
10. Esta propuesta de Reforma más que enfrentar y superar la problemática vivida en el país, profundizaría la polarización entre los venezolanos, dificultaría la convivencia social con el peligro de generar nuevos odios y conflictos, que queremos evitar. Los obispos renovamos el llamado, que repetidas veces hemos hecho, al diálogo y a la reconciliación y ratificamos nuestra disposición de seguir acompañando al pueblo venezolano con el anuncio valiente y decidido del Evangelio y el compromiso de compartir sus alegrías, temores y esperanzas.
III. PERSONA Y LIBERTAD
11. Dios nos ha creado como personas libres con capacidad de organizar la vida personal y la vida social. Vida y libertad son inseparables. Dios libera, porque es el Dios de la vida; se revela en la historia liberando a su pueblo, no quiere que ninguna nación esté esclavizada o dominada por otra, ni por sus propias autoridades. La libertad no es una condición abstracta del ser humano y de la sociedad. La libertad es un derecho fundamental innato en cada ser humano, que no tiene otros límites que la libertad y los derechos de los demás. Todo lo que se opone a la libertad, se opone a la vida. La supresión de la libertad no corrige las injusticias sino que agrega otras, asfixiantes e insoportables.
12. Conforme a la enseñanza de la Iglesia, la persona humana, el pueblo, y no el Estado, son el centro de toda la vida social. El Estado existe para la persona y para el pueblo, y no al revés. En esta línea el Concilio Vaticano II declara: «El principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana» (GS 25). El Catecismo de la Iglesia Católica expresa: «Cuando el Estado no pone su poder al servicio de los derechos de todo ciudadano, y particularmente de quien es más débil, se quebrantan los fundamentos mismos del Estado de derecho» (CEC 2273). Y Juan Pablo II en la Encíclica Centesimus Annus nos dice que el «Estado totalitario tiende, además, a absorber en sí mismo la nación, la sociedad, la familia, las comunidades religiosas y las mismas personas» (C.A. 45 b).
13. La doctrina de la Iglesia en este aspecto tiene una específica incidencia en el campo político. El principio de subsidiaridad debe aplicarse para construir una auténtica democracia. Esto es, que el Estado debe ayudar pero no absorber ni suplantar las iniciativas, la libertad y la responsabilidad de las personas y de los grupos sociales. En su Encíclica «Dios es amor» el Papa Benedicto XVI advierte: «Lo que hace falta no es un Estado que regule y domine todo, sino que generosamente reconozca y apoye, de acuerdo con el principio de subsidiaridad, las iniciativas que surgen de las diversas fuerzas sociales y que unen la espontaneidad con la cercanía a los hombres necesitados de auxilio» (28 b).
IV- DECISIÓN QUE MIRA AL FUTURO
14. La Constitución y la Reforma planteada no son un asunto sólo de partidos o de un determinado sector de la población. Es algo de interés nacional que nos afecta a todos. Nadie debe desentenderse, ni dejar de participar en su discusión, ni negarse a asumir una posición ante la propuesta de Reforma. Eso sería un gravísimo error.
15. El debate sobre la Reforma, no puede considerarse como un simple conflicto entre “oficialismo y oposición”, entre “ricos y pobres”. Es algo que concierne al futuro de todo el pueblo venezolano. Y en este debate, nadie debe discriminar, ni excluir, ni ofender a quienes sustenten una opinión contraria a la suya.
16. En síntesis, nuestra posición en cuanto al proyecto de Reforma puede formularse así:
- el proyecto presentado a la consideración del pueblo venezolano, debido a la radicalidad y profundidad de los cambios introducidos en la estructura del Estado, va más allá de una Reforma.
- la proposición de un “Estado Socialista” es contraria a principios fundamentales de la actual Constitución, y a una recta concepción de la persona y del Estado.
- la propuesta de Reforma excluye a sectores políticos y sociales del país, que no estén de acuerdo con el Estado Socialista, restringe las libertades y representa un retroceso en la progresividad de los derechos humanos.
- por cuanto el proyecto de Reforma vulnera los derechos fundamentales del sistema democrático y de la persona, poniendo en peligro la libertad y la convivencia social, la consideramos moralmente inaceptable a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.
V -CONCLUSIÓN: ESTAMOS LLAMADOS A VIVIR EN LIBERTAD Y A SER CONSTRUCTORES DE PAZ
17. Solamente quien es libre, construye la paz. “Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”, nos dice Jesucristo (Mt. 5, 12). Cada uno de los cristianos está, pues, llamado a descubrir y promover caminos de justicia y reconciliación en la familia, en cada comunidad, en toda la nación:
“Venezuela quiere y reclama a gritos (…), que se termine con los odios, los insultos y las descalificaciones y que sus hijos e hijas se reconcilien, se respeten y vivan en paz” (Exhortación de la CEV, Julio 2007)
18. Como pastores de la Iglesia invitamos a todos los fieles a orar intensamente por nuestra Patria e invocamos las luces del Espíritu Santo sobre todos los ciudadanos en esta difícil toma de decisión e imploramos el auxilio de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela, a cuyos pies en su “Basílica Menor” de Guanare, título con que el Santo Padre Benedicto XVI ha honrado y enaltecido su templo, nos postraremos en confiada súplica por el bien de la República.
Con nuestra afectuosa bendición episcopal,
Firman, los Arzobispos y Obispos de Venezuela
Caracas, 19 de octubre de 2007
Saturday, October 20, 2007
Tuesday, October 02, 2007
Fiesta de los Angeles Custodios
Lectura tomada de Devociones y Promesas. Las negritas son mias.
Hoy se hace memoria de nuestros Ángeles Custodios. Es por eso que quiero enviarles estos textos para que nos interesemos mucho más en esta fuerte y dulce compañía que nos ha dado Nuestro Señor.
Éxodo 23, 20-22:
He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado. Pórtate bien en su presencia y escucha su voz; no le seas rebelde, que no perdonará vuestras transgresiones, pues en él está mi Nombre. Si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios.
Mensaje de la Virgen al Padre Gobbi, del Movimiento Sacerdotal Mariano:
Milán, 2 de octubre de 1993
Primer Sábado de mes y fiesta de los Ángeles Custodios
La misión de los Ángeles Custodios
“Hijos predilectos, en este primer sábado de mes, os reunís en Cenáculo para renovar la consagración a mi Corazón Inmaculado y para venerar la memoria litúrgica de vuestros Ángeles Custodios. En los tiempos de la gran prueba, os invito a volver cada vez más fuerte el lazo que os une a vuestros Ángeles Custodios.
Ellos tienen, para vosotros, una misión importante y especial que desarrollar, sobre todo en estos últimos tiempos.
Los Ángeles Custodios tienen sobre todo el encargo de ser Luz en vuestro camino.
Los días que vivís están señalados por una gran oscuridad que se hace cada vez más profunda y extendida.
Es la tiniebla de los errores que cubre las mentes de los hombres y les vuelve así víctimas de la gran apostasía; es la tiniebla de los pecados que obscurece la belleza y santidad de las almas; es la tiniebla de la impureza que afea el esplendor de vuestro cuerpo, llamado a reflejar la gloria del Dios viviente.
Así, cuántos son hoy mis pobres hijos que viven como sombras, sumergidos por las tinieblas del error, del pecado y de la impureza.
A vuestros Ángeles Custodios se ha confiado el encargo de protegeros de la gran tiniebla que os circunda para haceros caminar siempre en la luz de la verdad, de la santidad, de la pureza, de la humildad, de la confianza y del amor.
–Los Ángeles Custodios tienen el encargo de ser la defensa de vuestra vida.
Qué numerosas y disimuladas son las insidias que cada día os tienden los espíritus malignos, los demonios que ahora han afluido al mundo y obran por doquier para conducir a las almas a la eterna condenación.
Su acción ahora se ha vuelto potente porque se ha asociado a la fuerza que tienen los medios de comunicación como la prensa y la televisión.
Con un refinamiento disimulado se difunde el mal en forma de bien, el pecado como ejercicio de la propia libertad, la trasgresión de la Ley de Dios como una conquista de esta pobre y pervertida humanidad.
Qué fuertes y continuos son los ataques de los espíritus malignos, para golpearos aún en vuestra vida física con accidentes, desgracias, atentados, enfermedades, calamidades, explosiones de violencia, de guerra y revoluciones.
A los Ángeles Custodios se les ha confiado el encargo de protegeros de todos estos males, de defenderos contra estas insidias para haceros caminar en la vida bajo su segura y potente protección.
–Los Ángeles Custodios tienen en fin el encargo de combatir con vosotros la misma batalla para obtener la misma victoria.
En la gran prueba, que ya ha llegado, se vuelve cada vez más fuerte y sangrienta la lucha entre la Mujer vestida del Sol y el Dragón rojo, entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal, entre Cristo y el anticristo.
Es una batalla que se desarrolla sobre todo a nivel de espíritus: los espíritus buenos contra los espíritus malignos; los Ángeles contra los demonios; San Miguel Arcángel contra Lucifer.
Vosotros estáis implicados en esta gran lucha, que os supera inmensamente.
Por tanto debéis permanecer especialmente unidos a Aquellos que están cercanos a vosotros en el gran combate, que tienen gran potencia en esta lucha, que os ayudan a combatir y os conducen hacia la segura victoria.
Mi más pequeño niño, confía a la especial protección de tus Ángeles Custodios el largo y fatigoso viaje que, dentro de algunos días, debes llevar a cabo en Malasia, Indonesia, Australia, Islas Fiji y Nueva Zelanda para hacer por doquier los Cenáculos con sacerdotes y fieles de mi movimiento.
Hoy os invito a todos a volver más asidua la oración, más fuerte el vínculo de unión, más profundo el afecto hacia estos Ángeles de Luz, que os han sido dados por el Señor para vuestra custodia y protección.
En unión con todos ellos os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”
Oracion a nuestro Angel Custodio
Querido Angel Custodio,
mediador entre mil escogido
que velando por mi noche y día
me enseñas mi deber,
pídele al Señor que de mí se apiade,
por mis faltas, mis torpezas y desamores.
Dile a mi Señor que de bajar al abismo me libre
y su amor procure
para su honor y gloria.
Amen.
(V. Job 33, 23-24)
94-06-27
Ángel de Guarda, dulce compañía,
no me desampares ni de noche ni de día.
Amén.
Ángel de Dios, que eres mi custodio,
pues la bondad divina me ha encomendado a ti,
ilumíname, dirígeme, guárdame.
Amén.
Himno de la Liturgia de las Horas.
Angel santo de la guarda,
compañero de mi vida,
tú que nunca me abandonas,
ni de noche ni de día.
Aunque espíritu invisible,
sé que te hallas a mi lado,
escuchas mis oraciones
y cuentas todos mis pasos.
En las sombras de la noche,
me defiendes del demonio,
tendiendo sobre mi pecho
tus alas de nácar y oro.
Angel de Dios, que yo escuche
tu mensaje y que lo siga,
que vaya siempre contigo
hacia Dios, que me lo envía.
Testigo de lo invisible,
presencia del cielo amiga,
gracias por tu fiel custodia,
gracias por tu compañía.
En presencia de los ángeles,
suba al cielo nuestro canto:
gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.
Amén.
Ver tambien Diccionario de los Angeles por Corazones.org
Wednesday, August 29, 2007
EFICACIA DEL SANTO ROSARIO
El 26 de Diciembre de 1957, el Padre Agustín Fuentes, Postulador de la Causa de Beatificación de Francisco y Jacinta Marto, entrevistó a Sor Lucía Dos Santos, vidente de las apariciones de Fátima. En el curso de esa entrevista, le dijo Sor Lucía al Padre Fuentes:
"… La Santísima Virgen nos dijo, tanto a mis primos como a mí, que 2 eran los últimos remedios que Dios daba al mundo: el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María…"
"… Mire, Padre, la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia: el rezo del Santo Rosario, de tal manera que ahora no hay problema por más difícil que sea: sea temporal y, sobre todo, espiritual; sea que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias del mundo o comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario".
"Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Por eso, el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos: cansancio, ocupaciones, etc., para que no recemos el Santo Rosario".
"Si nos dieran un programa más difícil de salvación, muchas almas que se condenarán tendrían el pretexto de que no pudieron realizar dicho programa. Pero ahora el programa es brevísimo y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario practicaremos los Santos Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros".
"El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los Últimos Tiempos".
Las Promesas de la Santísima Virgen María a los que rezan el Santo Rosario
1. Los que fielmente me sirven mediante el rezo del Santo Rosario, recibirán insignes gracias.
2. Yo prometo mi protección especial, y las más notables gracias a todos los que recitasen el Santo Rosario.
3. El Rosario será la defensa más poderosa contra las fuerzas del infierno. Se destruirá el vicio; se disminuirá el pecado y se vencerá a todas las herejías.
4. Por el rezo del Santo Rosario, florecerán las virtudes y también las buenas obras. Las almas obtendrán la misericordia de Dios en abundancia. Se apartarán los corazones del amor al mundo y sus vanidades y serán elevados a desear los bienes eternos. Ojalá que las almas hiciesen el propósito de santificarse por este medio.
5. El alma que se recomienda a Mí por el rezo del Santo Rosario, no perecerá jamás.
6. El que recitase el Rosario devotamente, aplicándose a meditar los Sagrados Misterios, no será vencido por la mala fortuna. En Su justo juicio, Dios no lo castigará. No sufrirá la muerte improvisa. Y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y será digno de alcanzar la vida eterna.
7. El que conserva una verdadera devoción al Rosario, no morirá sin los sacramentos de la Iglesia.
8. Los que fielmente rezan el Santo Rosario, tendrán en la vida y en la muerte, la Luz de Dios y la plenitud de Su gracia. En la hora de la muerte, participarán de los méritos de los Santos del Paraíso.
9. Yo libraré del Purgatorio a los que han acostumbrado el rezo del Santo Rosario.
10. Los devotos del Santo Rosario, merecerán un grado elevado de gloria en el Cielo.
11. Se obtendrá todo lo que se me pidiere mediante la recitación del Santo Rosario.
12. Todos los que propagan el Santo Rosario recibirán Mi auxilio en sus necesidades.
13. Para los devotos del Santo Rosario, he obtenido de mi Divino Hijo, la intercesión de toda la Corte Celestial durante la vida y en la hora de la muerte.
14. Todos los que rezan el Santo Rosario son hijos Míos, y hermanos de Mi único Hijo, Jesucristo.
15. La devoción al Santo Rosario es gran señal de predestinación.
Para saber cómo se reza el Santo Rosario haga clic aquí.
Tomado de Devociones y Promesas.
"… La Santísima Virgen nos dijo, tanto a mis primos como a mí, que 2 eran los últimos remedios que Dios daba al mundo: el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María…"
"… Mire, Padre, la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia: el rezo del Santo Rosario, de tal manera que ahora no hay problema por más difícil que sea: sea temporal y, sobre todo, espiritual; sea que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias del mundo o comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario".
"Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Por eso, el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos: cansancio, ocupaciones, etc., para que no recemos el Santo Rosario".
"Si nos dieran un programa más difícil de salvación, muchas almas que se condenarán tendrían el pretexto de que no pudieron realizar dicho programa. Pero ahora el programa es brevísimo y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario practicaremos los Santos Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros".
"El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los Últimos Tiempos".
Las Promesas de la Santísima Virgen María a los que rezan el Santo Rosario
1. Los que fielmente me sirven mediante el rezo del Santo Rosario, recibirán insignes gracias.
2. Yo prometo mi protección especial, y las más notables gracias a todos los que recitasen el Santo Rosario.
3. El Rosario será la defensa más poderosa contra las fuerzas del infierno. Se destruirá el vicio; se disminuirá el pecado y se vencerá a todas las herejías.
4. Por el rezo del Santo Rosario, florecerán las virtudes y también las buenas obras. Las almas obtendrán la misericordia de Dios en abundancia. Se apartarán los corazones del amor al mundo y sus vanidades y serán elevados a desear los bienes eternos. Ojalá que las almas hiciesen el propósito de santificarse por este medio.
5. El alma que se recomienda a Mí por el rezo del Santo Rosario, no perecerá jamás.
6. El que recitase el Rosario devotamente, aplicándose a meditar los Sagrados Misterios, no será vencido por la mala fortuna. En Su justo juicio, Dios no lo castigará. No sufrirá la muerte improvisa. Y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y será digno de alcanzar la vida eterna.
7. El que conserva una verdadera devoción al Rosario, no morirá sin los sacramentos de la Iglesia.
8. Los que fielmente rezan el Santo Rosario, tendrán en la vida y en la muerte, la Luz de Dios y la plenitud de Su gracia. En la hora de la muerte, participarán de los méritos de los Santos del Paraíso.
9. Yo libraré del Purgatorio a los que han acostumbrado el rezo del Santo Rosario.
10. Los devotos del Santo Rosario, merecerán un grado elevado de gloria en el Cielo.
11. Se obtendrá todo lo que se me pidiere mediante la recitación del Santo Rosario.
12. Todos los que propagan el Santo Rosario recibirán Mi auxilio en sus necesidades.
13. Para los devotos del Santo Rosario, he obtenido de mi Divino Hijo, la intercesión de toda la Corte Celestial durante la vida y en la hora de la muerte.
14. Todos los que rezan el Santo Rosario son hijos Míos, y hermanos de Mi único Hijo, Jesucristo.
15. La devoción al Santo Rosario es gran señal de predestinación.
Para saber cómo se reza el Santo Rosario haga clic aquí.
Tomado de Devociones y Promesas.
Sunday, July 22, 2007
Los insultos del presidente venezolano a la Iglesia son «una cortina de humo»
Según un obispo, Chávez lleva al país al «modelo caribeño-comunista»
CARACAS, domingo, 22 julio 2007 (ZENIT.org).- Miembros de la Iglesia en Venezuela, obispos y laicos, han expresado su más enérgico rechazo a las acusaciones que el presidente Hugo Chávez dirigió a los obispos y llamaron a discutir las diferencias que mantienen sobre los planes de reforma constitucional del Gobierno.
El presidente insultó de nuevo a la Iglesia el pasado 18 de julio en el acto de transmisión de mando del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, celebrado en el Patio de Honor de la Academia Militar.
El jefe de Estado dijo que Cristo fue el portador de uno de los más radicales discursos antiimperialista, antihegemónico, humanista y revolucionario. «¿Si Cristo apareciera aquí, mi Señor en cuerpo presente, a quiénes apoyaría en Venezuela?», se preguntó.
«Nadie tenga duda, yo no sé qué pasaría con algunos obispos, por ejemplo, no sé que le haría Cristo a algunos obispos que aquí en Venezuela, que se ponen al lado de los tiranos, de los que explotan a los pueblos, de los que traicionan el pensamiento y la obra de Jesús y apuñalean a Cristo por la espalda», aseguró.
Pero manifestó su apoyo «a la gran cantidad de curas y sacerdotes verdaderamente cristianos, los que andan con el pueblo, con el anhelo popular, con la esperanza popular, esos son los verdaderos sacerdotes, los demás son unos fariseos, hipócritas, como decía el mismo Jesús».
Monseñor Ovidio Pérez Morales, presidente del Concilio Plenario de Venezuela, consideró este jueves que las críticas de Hugo Chávez hacia el clero «son una especie de costumbre presidencial».
Lo importante, dijo, es centrarse en los cambios «trascendentales» a la Constitución a través de la Reforma que pretende adelantar el Ejecutivo. «Se busca cambiar una Constitución que es buena y, como ratifica el Episcopado, es base suficiente y apta para promover el desarrollo del país en justicia y libertad. Se busca una reforma, por declaraciones y actuaciones oficiales, hacen suponer que se dirige al establecimiento de una sociedad socialista, más en concreto hacia un modelo comunista, el modelo caribeño castro-comunista».
Insistió la campaña de desprestigio de la Iglesia, «no es más que una cortina de humo para ocultar algo que sí es grave que es el tratar de hacer una regresión de la Constitución hacia modelos de tipos totalitarios, eso es lo que está fundamentalmente planteado».
Monseñor Pérez Morales opinó que se trata de un modelo que constituye una regresión histórica, «estamos volviendo a la época de los sesenta, de la guerra fría, de un marxismo que demostró su incapacidad de construir una nueva sociedad».
Por su parte, el Consejo Nacional de Laicos emitió un comunicado (Cf. Documentos, Zenit, 22 de julio de 2007) en el que se pronuncia sobre las críticas a los obispos.
El Consejo expresa su rechazo «ante las continuas e injustas agresiones hacia la Iglesia y en especial hacia los señores obispos» y su «total respaldo y la sincera gratitud a la entera Conferencia Episcopal y a cada uno de los Obispos en particular, por la Exhortación Pastoral «Urge el Diálogo y la Reconciliación en Venezuela» del pasado 7 de julio.
Dicha exhortación fue el desencadenante de los últimos insultos del presidente Chávez a los obispos.
Según el Consejo de Laicos «cuantos se han expresado con menosprecio e incluso tratando de ridiculizar con un lenguaje descalificador a los señores obispos por este deber que han ejercido, parecen ignorar el verdadero significado de la dimensión socio-política de toda persona humana y de la dimensión social del Cristianismo y de la Iglesia. El pronunciarse a favor de la verdad, de la justicia y de la paz va mucho más allá de una mera actuación de partido político y al hacerlo, nuestros Pastores están expresando el sentir de todos los que, como Pueblo de Dios, integramos la Iglesia».
Cita a Benedicto XVI en su discurso inaugural en Aparecida: «La Iglesia es abogada de la justicia y de los pobres, precisamente al no identificarse con los políticos ni con los intereses de partido» y reafirma «que la Democracia es el sistema político más acorde con el pensamiento cristiano».
Expresa su «honda preocupación» «por la persistencia y el incremento de graves problemas sociales en nuestro país» y por «todo aquello que atenta e hiere nuestros valores democráticos incluso desconociendo y desacatando la Constitución» como «el proceso de ideologización del pueblo, sin respeto de la pluralidad de pensamiento; la pretensión de monopolizar la educación; los atropellos contra la libertad de expresión; las consignas que exaltan el odio y la violencia y, sobre todo, el proyecto de una Reforma Constitucional hecha secretamente a espaldas de la sociedad venezolana y orientada al establecimiento de un sistema socialista fundado en la teoría y la praxis del marxismo-leninismo (Exhortación n. 6-11), contrarias a los principios cristianos».
Pide al Gobierno «que ejerza responsablemente su deber de garantizar las condiciones básicas que permitan a la totalidad de los venezolanos, y no sólo a un sector de ellos, una convivencia justa, respetuosa de la diversidad, que promueva el bien común y que salvaguarde los principios fundamentales de la persona humana y de la sociedad».
Reafirma su presencia con toda la Iglesia «para responder al llamado de paz, de justicia, de perdón y de reconciliación que nos exige el Evangelio de Jesucristo».
Reconoce «con satisfacción que el movimiento estudiantil se ha manifestado con valentía en favor de la libertad y de la reconciliación». «Alentamos a los jóvenes estudiantes, principales constructores de la sociedad que anhelamos, a proseguir en su lucha pacífica por el respeto a los valores democráticos, especialmente la libertad, don inherente a la dignidad humana».
Ratifica su compromiso de «incrementar las actividades encaminadas a la educación de jóvenes y adultos en los valores y virtudes del Evangelio y en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia».
Hace un llamamiento «a los laicos católicos del país para que estén atentos a los acontecimientos venideros y se mantengan cercanos a las directrices de la voz de la Iglesia a fin de poder discernir a la luz de la fe y bajo la guía del Magisterio, los planteamientos que han de anteceder a las propias decisiones».
Y acoge el llamamiento de los obispos «a intensificar la oración por la Solidaridad y la Reconciliación en Venezuela» proponiendo, junto a otras instancias eclesiales, la celebración de un «Día Nacional de Oración», del que informará oportunamente.
Tuesday, December 26, 2006
MENSAJE URBI ET ORBI, Navidad 2006
BENEDICTO XVI
Navidad, lunes 25 de diciembre de 2006
"Salvator noster natus est in mundo" (Misal Romano).
¡"Nuestro Salvador ha nacido en el mundo"! Esta noche, una vez más, hemos escuchado en nuestras Iglesias este anuncio que, a través de los siglos, conserva inalterado su frescor. Es un anuncio celestial que invita a no tener miedo porque ha brotado una "gran alegría para todo el pueblo" (Lc 2,10). Es un anuncio de esperanza porque da a conocer que, en aquella noche de hace más de dos mil años, "en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor" (Lc 2,11). Entonces, a los pastores acampados en la colina de Belén; hoy, a nosotros, habitantes de este mundo nuestro, el Ángel de la Navidad repite: "Ha nacido el Salvador; ha nacido para vosotros. ¡Venid, venid a adorarlo!".
Pero, ¿tiene todavía valor y sentido un "Salvador" para el hombre del tercer milenio? ¿Es aún necesario un "Salvador" para el hombre que ha alcanzado la Luna y Marte, y se dispone a conquistar el universo; para el hombre que investiga sin límites los secretos de la naturaleza y logra descifrar hasta los fascinantes códigos del genoma humano? ¿Necesita un Salvador el hombre que ha inventado la comunicación interactiva, que navega en el océano virtual de internet y que, gracias a las más modernas y avanzadas tecnologías mediáticas, ha convertido la Tierra, esta gran casa común, en una pequeña aldea global? Este hombre del siglo veintiuno, artífice autosuficiente y seguro de la propia suerte, se presenta como productor entusiasta de éxitos indiscutibles.
Lo parece, pero no es así. Se muere todavía de hambre y de sed, de enfermedad y de pobreza en este tiempo de abundancia y de consumismo desenfrenado. Todavía hay quienes están esclavizados, explotados y ofendidos en su dignidad, quienes son víctimas del odio racial y religioso, y se ven impedidos de profesar libremente su fe por intolerancias y discriminaciones, por ingerencias políticas y coacciones físicas o morales. Hay quienes ven su cuerpo y el de los propios seres queridos, especialmente niños, destrozado por el uso de las armas, por el terrorismo y por cualquier tipo de violencia en una época en que se invoca y proclama por doquier el progreso, la solidaridad y la paz para todos. ¿Qué se puede decir de quienes, sin esperanza, se ven obligados a dejar su casa y su patria para buscar en otros lugares condiciones de vida dignas del hombre? ¿Qué se puede hacer para ayudar a los que, engañados por fáciles profetas de felicidad, a los que son frágiles en sus relaciones e incapaces de asumir responsabilidades estables ante su presente y ante su futuro, se encaminan por el túnel de la soledad y acaban frecuentemente esclavizados por el alcohol o la droga? ¿Qué se puede pensar de quien elige la muerte creyendo que ensalza la vida?
¿Cómo no darse cuenta de que, precisamente desde el fondo de esta humanidad placentera y desesperada, surge una desgarradora petición de ayuda? Es Navidad: hoy entra en el mundo "la luz verdadera, que alumbra a todo hombre" (Jn 1, 9). "La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros" (ibíd. 1,14), proclama el evangelista Juan. Hoy, justo hoy, Cristo viene de nuevo "entre los suyos" y a quienes lo acogen les da "poder para ser hijos de Dios"; es decir, les ofrece la oportunidad de ver la gloria divina y de compartir la alegría del Amor, que en Belén se ha hecho carne por nosotros. Hoy, también hoy, "nuestro Salvador ha nacido en el mundo", porque sabe que lo necesitamos. A pesar de tantas formas de progreso, el ser humano es el mismo de siempre: una libertad tensa entre bien y mal, entre vida y muerte. Es precisamente en su intimidad, en lo que la Biblia llama el "corazón", donde siempre necesita ser salvado. Y en la época actual postmoderna necesita quizás aún más un Salvador, porque la sociedad en la que vive se ha vuelto más compleja y se han hecho más insidiosas las amenazas para su integridad personal y moral. ¿Quién puede defenderlo sino Aquél que lo ama hasta sacrificar en la cruz a su Hijo unigénito como Salvador del mundo?
"Salvator noster", Cristo es también el Salvador del hombre de hoy. ¿Quién hará resonar en cada rincón de la Tierra de manera creíble este mensaje de esperanza? ¿Quién se ocupará de que, como condición para la paz, se reconozca, tutele y promueva el bien integral de la persona humana, respetando a todo hombre y toda mujer en su dignidad? ¿Quién ayudará a comprender que con buena voluntad, racionabilidad y moderación, no sólo se puede evitar que los conflictos se agraven, sino llevarlos también hacia soluciones equitativas? En este día de fiesta, pienso con gran preocupación en la región del Oriente Medio, probada por numerosos y graves conflictos, y espero que se abra a una perspectiva de paz justa y duradera, respetando los derechos inalienables de los pueblos que la habitan. Confío al divino Niño de Belén los indicios de una reanudación del diálogo entre israelitas y palestinos que hemos observado estos días, así como la esperanza de ulteriores desarrollos reconfortantes. Confío en que, después de tantas víctimas, destrucciones e incertidumbres, reviva y progrese un Líbano democrático, abierto a los demás, en diálogo con las culturas y las religiones. Hago un llamamiento a los que tienen en sus manos el destino de Irak, para que cese la feroz violencia que ensangrienta el País y se asegure una existencia normal a todos sus habitantes. Invoco a Dios para que en Sri Lanka, en las partes en lucha, se escuche el anhelo de las poblaciones de un porvenir de fraternidad y solidaridad; para que en Dafur y en toda África se ponga término a los conflictos fraticidas, cicatricen pronto las heridas abiertas en la carne de ese Continente y se consoliden los procesos de reconciliación, democracia y desarrollo. Que el Niño Dios, Príncipe de la paz, haga que se extingan los focos de tensión que hacen incierto el futuro de otras partes del mundo, tanto en Europa como en Latinoamérica.
"Salvator noster": Ésta es nuestra esperanza; este es el anuncio que la Iglesia hace resonar también en esta Navidad. Con la encarnación, recuerda el Concilio Vaticano II, el Hijo de Dios se ha unido en cierto modo a cada hombre (cf. Gaudium et spes, 22). Por eso, puesto que la Navidad de la Cabeza es también el nacimiento del cuerpo, como enseñaba el Pontífice san León Magno, podemos decir que en Belén ha nacido el pueblo cristiano, cuerpo místico de Cristo en el que cada miembro está unido íntimamente al otro en una total solidaridad. Nuestro Salvador ha nacido para todos. Tenemos que proclamarlo no sólo con las palabras, sino también con toda nuestra vida, dando al mundo el testimonio de comunidades unidas y abiertas, en las que reina la hermandad y el perdón, la acogida y el servicio recíproco, la verdad, la justicia y el amor.
Comunidad salvada por Cristo. Ésta es la verdadera naturaleza de la Iglesia, que se alimenta de su Palabra y de su Cuerpo eucarístico. Sólo redescubriendo el don recibido, la Iglesia puede testimoniar a todos a Cristo Salvador; hay que hacerlo con entusiasmo y pasión, en el pleno respeto de cada tradición cultural y religiosa; y hacerlo con alegría, sabiendo que Aquél a quien anuncia nada quita de lo que es auténticamente humano, sino que lo lleva a su cumplimiento. En verdad, Cristo viene a destruir solamente el mal, sólo el pecado; lo demás, todo lo demás, lo eleva y perfecciona. Cristo no nos pone a salvo de nuestra humanidad, sino a través de ella; no nos salva del mundo, sino que ha venido al mundo para que el mundo se salve por medio de Él (cf. Jn 3,17).
Queridos hermanos y hermanas, dondequiera que os encontréis, que llegue hasta vosotros este mensaje de alegría y de esperanza: Dios se ha hecho hombre en Jesucristo; ha nacido de la Virgen María y renace hoy en la Iglesia. Él es quien lleva a todos el amor del Padre celestial. ¡Él es el Salvador del mundo! No temáis, abridle el corazón, acogedlo, para que su Reino de amor y de paz se convierta en herencia común de todos. ¡Feliz Navidad!
In English here.
Navidad, lunes 25 de diciembre de 2006
"Salvator noster natus est in mundo" (Misal Romano).
¡"Nuestro Salvador ha nacido en el mundo"! Esta noche, una vez más, hemos escuchado en nuestras Iglesias este anuncio que, a través de los siglos, conserva inalterado su frescor. Es un anuncio celestial que invita a no tener miedo porque ha brotado una "gran alegría para todo el pueblo" (Lc 2,10). Es un anuncio de esperanza porque da a conocer que, en aquella noche de hace más de dos mil años, "en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor" (Lc 2,11). Entonces, a los pastores acampados en la colina de Belén; hoy, a nosotros, habitantes de este mundo nuestro, el Ángel de la Navidad repite: "Ha nacido el Salvador; ha nacido para vosotros. ¡Venid, venid a adorarlo!".
Pero, ¿tiene todavía valor y sentido un "Salvador" para el hombre del tercer milenio? ¿Es aún necesario un "Salvador" para el hombre que ha alcanzado la Luna y Marte, y se dispone a conquistar el universo; para el hombre que investiga sin límites los secretos de la naturaleza y logra descifrar hasta los fascinantes códigos del genoma humano? ¿Necesita un Salvador el hombre que ha inventado la comunicación interactiva, que navega en el océano virtual de internet y que, gracias a las más modernas y avanzadas tecnologías mediáticas, ha convertido la Tierra, esta gran casa común, en una pequeña aldea global? Este hombre del siglo veintiuno, artífice autosuficiente y seguro de la propia suerte, se presenta como productor entusiasta de éxitos indiscutibles.
Lo parece, pero no es así. Se muere todavía de hambre y de sed, de enfermedad y de pobreza en este tiempo de abundancia y de consumismo desenfrenado. Todavía hay quienes están esclavizados, explotados y ofendidos en su dignidad, quienes son víctimas del odio racial y religioso, y se ven impedidos de profesar libremente su fe por intolerancias y discriminaciones, por ingerencias políticas y coacciones físicas o morales. Hay quienes ven su cuerpo y el de los propios seres queridos, especialmente niños, destrozado por el uso de las armas, por el terrorismo y por cualquier tipo de violencia en una época en que se invoca y proclama por doquier el progreso, la solidaridad y la paz para todos. ¿Qué se puede decir de quienes, sin esperanza, se ven obligados a dejar su casa y su patria para buscar en otros lugares condiciones de vida dignas del hombre? ¿Qué se puede hacer para ayudar a los que, engañados por fáciles profetas de felicidad, a los que son frágiles en sus relaciones e incapaces de asumir responsabilidades estables ante su presente y ante su futuro, se encaminan por el túnel de la soledad y acaban frecuentemente esclavizados por el alcohol o la droga? ¿Qué se puede pensar de quien elige la muerte creyendo que ensalza la vida?
¿Cómo no darse cuenta de que, precisamente desde el fondo de esta humanidad placentera y desesperada, surge una desgarradora petición de ayuda? Es Navidad: hoy entra en el mundo "la luz verdadera, que alumbra a todo hombre" (Jn 1, 9). "La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros" (ibíd. 1,14), proclama el evangelista Juan. Hoy, justo hoy, Cristo viene de nuevo "entre los suyos" y a quienes lo acogen les da "poder para ser hijos de Dios"; es decir, les ofrece la oportunidad de ver la gloria divina y de compartir la alegría del Amor, que en Belén se ha hecho carne por nosotros. Hoy, también hoy, "nuestro Salvador ha nacido en el mundo", porque sabe que lo necesitamos. A pesar de tantas formas de progreso, el ser humano es el mismo de siempre: una libertad tensa entre bien y mal, entre vida y muerte. Es precisamente en su intimidad, en lo que la Biblia llama el "corazón", donde siempre necesita ser salvado. Y en la época actual postmoderna necesita quizás aún más un Salvador, porque la sociedad en la que vive se ha vuelto más compleja y se han hecho más insidiosas las amenazas para su integridad personal y moral. ¿Quién puede defenderlo sino Aquél que lo ama hasta sacrificar en la cruz a su Hijo unigénito como Salvador del mundo?
"Salvator noster", Cristo es también el Salvador del hombre de hoy. ¿Quién hará resonar en cada rincón de la Tierra de manera creíble este mensaje de esperanza? ¿Quién se ocupará de que, como condición para la paz, se reconozca, tutele y promueva el bien integral de la persona humana, respetando a todo hombre y toda mujer en su dignidad? ¿Quién ayudará a comprender que con buena voluntad, racionabilidad y moderación, no sólo se puede evitar que los conflictos se agraven, sino llevarlos también hacia soluciones equitativas? En este día de fiesta, pienso con gran preocupación en la región del Oriente Medio, probada por numerosos y graves conflictos, y espero que se abra a una perspectiva de paz justa y duradera, respetando los derechos inalienables de los pueblos que la habitan. Confío al divino Niño de Belén los indicios de una reanudación del diálogo entre israelitas y palestinos que hemos observado estos días, así como la esperanza de ulteriores desarrollos reconfortantes. Confío en que, después de tantas víctimas, destrucciones e incertidumbres, reviva y progrese un Líbano democrático, abierto a los demás, en diálogo con las culturas y las religiones. Hago un llamamiento a los que tienen en sus manos el destino de Irak, para que cese la feroz violencia que ensangrienta el País y se asegure una existencia normal a todos sus habitantes. Invoco a Dios para que en Sri Lanka, en las partes en lucha, se escuche el anhelo de las poblaciones de un porvenir de fraternidad y solidaridad; para que en Dafur y en toda África se ponga término a los conflictos fraticidas, cicatricen pronto las heridas abiertas en la carne de ese Continente y se consoliden los procesos de reconciliación, democracia y desarrollo. Que el Niño Dios, Príncipe de la paz, haga que se extingan los focos de tensión que hacen incierto el futuro de otras partes del mundo, tanto en Europa como en Latinoamérica.
"Salvator noster": Ésta es nuestra esperanza; este es el anuncio que la Iglesia hace resonar también en esta Navidad. Con la encarnación, recuerda el Concilio Vaticano II, el Hijo de Dios se ha unido en cierto modo a cada hombre (cf. Gaudium et spes, 22). Por eso, puesto que la Navidad de la Cabeza es también el nacimiento del cuerpo, como enseñaba el Pontífice san León Magno, podemos decir que en Belén ha nacido el pueblo cristiano, cuerpo místico de Cristo en el que cada miembro está unido íntimamente al otro en una total solidaridad. Nuestro Salvador ha nacido para todos. Tenemos que proclamarlo no sólo con las palabras, sino también con toda nuestra vida, dando al mundo el testimonio de comunidades unidas y abiertas, en las que reina la hermandad y el perdón, la acogida y el servicio recíproco, la verdad, la justicia y el amor.
Comunidad salvada por Cristo. Ésta es la verdadera naturaleza de la Iglesia, que se alimenta de su Palabra y de su Cuerpo eucarístico. Sólo redescubriendo el don recibido, la Iglesia puede testimoniar a todos a Cristo Salvador; hay que hacerlo con entusiasmo y pasión, en el pleno respeto de cada tradición cultural y religiosa; y hacerlo con alegría, sabiendo que Aquél a quien anuncia nada quita de lo que es auténticamente humano, sino que lo lleva a su cumplimiento. En verdad, Cristo viene a destruir solamente el mal, sólo el pecado; lo demás, todo lo demás, lo eleva y perfecciona. Cristo no nos pone a salvo de nuestra humanidad, sino a través de ella; no nos salva del mundo, sino que ha venido al mundo para que el mundo se salve por medio de Él (cf. Jn 3,17).
Queridos hermanos y hermanas, dondequiera que os encontréis, que llegue hasta vosotros este mensaje de alegría y de esperanza: Dios se ha hecho hombre en Jesucristo; ha nacido de la Virgen María y renace hoy en la Iglesia. Él es quien lleva a todos el amor del Padre celestial. ¡Él es el Salvador del mundo! No temáis, abridle el corazón, acogedlo, para que su Reino de amor y de paz se convierta en herencia común de todos. ¡Feliz Navidad!
In English here.
Thursday, December 14, 2006
Locus Iste by Libera
by Libera
Locus iste a deo factus est,
In estimabile sacramentum
Sanctus, Sanctus
Benedictus qui venit in Domine
Sanctus Dominus Deus Sabbaoth,
Pleni sunt coeli et terra Gloria
Benedictus in nomine
Qui venit in nomine
Locus iste a deo factus est,
In estimabile sacramentum
Sanctus, Sanctus
Benedictus qui venit in Domine
Sanctus Dominus Deus Sabbaoth,
Pleni sunt coeli et terra Gloria
Benedictus in nomine
Qui venit in nomine
Thursday, October 05, 2006
Abortion on the Rise In Latin America
October 05, 2006 / BOGOTÁ, Colombia — September headlines showcased conflicting signs from Latin American political life. On Sept. 20, Venezuela’s pro-abortion and irreverent president criticized America at the United Nations. On Sept. 5, Mexican courts ruled that the pro-family Felipe Calderon won the July presidential election.
But it was Aug. 25, a foggy Friday in Bogotá, that confirmed a disturbing trend in Latin America. That day will go down in history as the day the first legal abortion was performed in Colombia.
A group of doctors performed the abortion on an 11-year-old girl raped by her stepfather, while thousands of pro-life demonstrators protested outside the Simon Bolívar Hospital in Bogotá. At the same time, feminist organizations hailed the abortion in media outlets as a “big day” for the predominantly Catholic country.
But Monica Roa, the Colombian-born, New York-resident attorney who headed the legal and media battle that ended with the legalization of abortion by Colombia’s Constitutional Court last May, was not in Bogotá to listen to either side.
She was in Buenos Aires, Argentina, advising local feminist activists on how to exploit two high-profile rape stories to obtain the same result — the legalization of abortion by judicial means in Argentina.
The pro-abortion cause in Argentina has already made significant inroads lately. The Supreme Court of the province of Buenos Aires issued a 6-3 ruling in August, allowing a 19-year-old mentally handicapped woman, pregnant after being raped by a family member, to undergo an abortion.
The case made its way to the provincial Supreme Court after both a lower court and an appeal court ruled against the abortion.
Doctors at a public hospital refused to comply with the order, objecting that the baby was too far developed for the procedure to take place. But the abortion was finally performed at a private clinic.
The ‘American Way’
Roa, a lawyer who works for the New York-based Center for Reproductive Rights, believes that almost all moves to change legislation in Latin America through stealthy “baby steps” have failed, mostly because of a cultural opposition to abortion and the powerful influence of the Catholic Church.
So she and her colleagues at the center have opted for another strategy: Go high-profile, rely on the support of the secular media with emotional stories like rape cases, and then legalize abortion “the American way” — by the means of the Supreme Court.
Although Colombia is the Center for Reproductive Rights’ showcase, a similar strategy was used early this year in Mexico.
A rape victim, Paulina Ramirez, was used by the organization and its local partners to force the Mexican state of Baja California to approve abortion in cases of rape. The center sued the state “for preventing her access to abortion since the birth of the child violated her sexual integrity.” A court decision ordered the state to pay a civil reparation and “review procedures” to allow abortions when rape is argued.
“The coincidence in the strategy is not by chance,” said Antonio Donato, a Brazilian pro-life leader who has been following the legal strategy used by pro-abortion advocates in Latin America and in his home country, where a recent move to legalize abortion by a congressional bill was defeated.
“They know they can’t count on the culture, they can’t count on the votes in Congress, and they can’t count on the people,” Donato said about abortion activists. “But they count on most of the secular media and know that our legal system is feeble and prone to being impressed with international agreements.”
International Law
Donato cited an essay written by Roa and two other members of the Center for Reproductive Rights, Lilian Sepulveda-Oliva and Luisa Cabal, entitled “What Role Does International Law Play in the Promotion and Advancing of Reproductive Rights in Latin America?”
In their essay, they openly propose using litigation based on international law to “develop new standards for the protection of reproductive rights” and to force local authorities to ignore national laws and allow abortion and “reproductive health” services for teenagers.
The essay acknowledges that their agenda is “still without a solid legal framework that reflects an obligation to exercise reproductive rights.” To get around this, the feminist lawyers advocate “proactive action” and “media exposure.”
Carlos Polo, director for Latin America of the U.S.-based Population Research Institute, said that the feminist legal strategy “clearly marks a completely new pattern.”
“The new priority of the pro-abortion organizations is not to prioritize congressional representatives or penal codes,” Polo said. “It is the reinterpretation of international pacts and treaties … to change the law by the means of either the executive branch of power or the judiciary, especially the Supreme Court.”
“They know that in Latin America, these branches are more sensitive to pressure from the media and far less accountable to the people than representatives.”
Speaking to The New York Times following the court decision in May that led to Colombia’s first abortion, Buenos Aires-based Mabel Bianco, president of the Foundation for Studies and Research on Women, said that the decision could trigger lawsuits in other countries demanding that abortion be legalized to conform with international treaties that address women’s health care.
“I think this decision will prompt countries in Latin America that have stringent legislation to reflect that abortion is not ideological, but a health care issue,” Bianco said.
In March 2005, Roa addressed a conference at New York University at which she provided a preview of the feminist strategy.
“Everything she said at that conference, including the invitation of Frances Kissling, from ‘Catholics for a Free Choice,’ to try to undermine Catholicism in Colombia, became true in the following months,” said Rafael Nieto Loayza, a former vice minister of justice in Colombia.
Nieto recently wrote in the Colombian daily El Tiempo that “those who seek the legalization [of abortion] have been exposed as the well-oiled machine they are.”
Wrote Nieto, “The fact that The New York Times was clearly explaining Roa’s strategy before anybody knew of it in Colombia reveals that there is an organized strategy to liberalize abortion in the region on the basis of ‘exceptions’ such as rape or fetal deformation.”
The Population Research Institute’s Polo admits that after Colombia, the new pro-abortion strategy looks quite effective, since most of the secular media is responding as predicted and, in places like Argentina, the judiciary is also cooperating.
“The media is not on our side and time is not on our side either; but the people and the culture is still on our side, and we have to take advantage of that,” Polo adds.
In fact, the massive anti-abortion demonstrations in Colombia have made feminists admit that full legalization of abortion in Colombia is not possible in the near future.
Hopeful Signs
And in Brazil, a recent poll has revealed that support for abortion is waning, not increasing. The company Datafolha polled 7,000 Brazilians and found that 63% of them believe the country’s abortion laws should remain untouched. Only 41% of those surveyed two years ago, in an official poll by the Ministry of Health, answered similarly.
Warned Polo, “With the massive media campaign, these figures will not hold for ever, so this is the time to come up with legislation to ‘shield’ the life of the unborn in the region.”
Alejandro Bermúdez
is based in Lima, Peru.
But it was Aug. 25, a foggy Friday in Bogotá, that confirmed a disturbing trend in Latin America. That day will go down in history as the day the first legal abortion was performed in Colombia.
A group of doctors performed the abortion on an 11-year-old girl raped by her stepfather, while thousands of pro-life demonstrators protested outside the Simon Bolívar Hospital in Bogotá. At the same time, feminist organizations hailed the abortion in media outlets as a “big day” for the predominantly Catholic country.
But Monica Roa, the Colombian-born, New York-resident attorney who headed the legal and media battle that ended with the legalization of abortion by Colombia’s Constitutional Court last May, was not in Bogotá to listen to either side.
She was in Buenos Aires, Argentina, advising local feminist activists on how to exploit two high-profile rape stories to obtain the same result — the legalization of abortion by judicial means in Argentina.
The pro-abortion cause in Argentina has already made significant inroads lately. The Supreme Court of the province of Buenos Aires issued a 6-3 ruling in August, allowing a 19-year-old mentally handicapped woman, pregnant after being raped by a family member, to undergo an abortion.
The case made its way to the provincial Supreme Court after both a lower court and an appeal court ruled against the abortion.
Doctors at a public hospital refused to comply with the order, objecting that the baby was too far developed for the procedure to take place. But the abortion was finally performed at a private clinic.
The ‘American Way’
Roa, a lawyer who works for the New York-based Center for Reproductive Rights, believes that almost all moves to change legislation in Latin America through stealthy “baby steps” have failed, mostly because of a cultural opposition to abortion and the powerful influence of the Catholic Church.
So she and her colleagues at the center have opted for another strategy: Go high-profile, rely on the support of the secular media with emotional stories like rape cases, and then legalize abortion “the American way” — by the means of the Supreme Court.
Although Colombia is the Center for Reproductive Rights’ showcase, a similar strategy was used early this year in Mexico.
A rape victim, Paulina Ramirez, was used by the organization and its local partners to force the Mexican state of Baja California to approve abortion in cases of rape. The center sued the state “for preventing her access to abortion since the birth of the child violated her sexual integrity.” A court decision ordered the state to pay a civil reparation and “review procedures” to allow abortions when rape is argued.
“The coincidence in the strategy is not by chance,” said Antonio Donato, a Brazilian pro-life leader who has been following the legal strategy used by pro-abortion advocates in Latin America and in his home country, where a recent move to legalize abortion by a congressional bill was defeated.
“They know they can’t count on the culture, they can’t count on the votes in Congress, and they can’t count on the people,” Donato said about abortion activists. “But they count on most of the secular media and know that our legal system is feeble and prone to being impressed with international agreements.”
International Law
Donato cited an essay written by Roa and two other members of the Center for Reproductive Rights, Lilian Sepulveda-Oliva and Luisa Cabal, entitled “What Role Does International Law Play in the Promotion and Advancing of Reproductive Rights in Latin America?”
In their essay, they openly propose using litigation based on international law to “develop new standards for the protection of reproductive rights” and to force local authorities to ignore national laws and allow abortion and “reproductive health” services for teenagers.
The essay acknowledges that their agenda is “still without a solid legal framework that reflects an obligation to exercise reproductive rights.” To get around this, the feminist lawyers advocate “proactive action” and “media exposure.”
Carlos Polo, director for Latin America of the U.S.-based Population Research Institute, said that the feminist legal strategy “clearly marks a completely new pattern.”
“The new priority of the pro-abortion organizations is not to prioritize congressional representatives or penal codes,” Polo said. “It is the reinterpretation of international pacts and treaties … to change the law by the means of either the executive branch of power or the judiciary, especially the Supreme Court.”
“They know that in Latin America, these branches are more sensitive to pressure from the media and far less accountable to the people than representatives.”
Speaking to The New York Times following the court decision in May that led to Colombia’s first abortion, Buenos Aires-based Mabel Bianco, president of the Foundation for Studies and Research on Women, said that the decision could trigger lawsuits in other countries demanding that abortion be legalized to conform with international treaties that address women’s health care.
“I think this decision will prompt countries in Latin America that have stringent legislation to reflect that abortion is not ideological, but a health care issue,” Bianco said.
In March 2005, Roa addressed a conference at New York University at which she provided a preview of the feminist strategy.
“Everything she said at that conference, including the invitation of Frances Kissling, from ‘Catholics for a Free Choice,’ to try to undermine Catholicism in Colombia, became true in the following months,” said Rafael Nieto Loayza, a former vice minister of justice in Colombia.
Nieto recently wrote in the Colombian daily El Tiempo that “those who seek the legalization [of abortion] have been exposed as the well-oiled machine they are.”
Wrote Nieto, “The fact that The New York Times was clearly explaining Roa’s strategy before anybody knew of it in Colombia reveals that there is an organized strategy to liberalize abortion in the region on the basis of ‘exceptions’ such as rape or fetal deformation.”
The Population Research Institute’s Polo admits that after Colombia, the new pro-abortion strategy looks quite effective, since most of the secular media is responding as predicted and, in places like Argentina, the judiciary is also cooperating.
“The media is not on our side and time is not on our side either; but the people and the culture is still on our side, and we have to take advantage of that,” Polo adds.
In fact, the massive anti-abortion demonstrations in Colombia have made feminists admit that full legalization of abortion in Colombia is not possible in the near future.
Hopeful Signs
And in Brazil, a recent poll has revealed that support for abortion is waning, not increasing. The company Datafolha polled 7,000 Brazilians and found that 63% of them believe the country’s abortion laws should remain untouched. Only 41% of those surveyed two years ago, in an official poll by the Ministry of Health, answered similarly.
Warned Polo, “With the massive media campaign, these figures will not hold for ever, so this is the time to come up with legislation to ‘shield’ the life of the unborn in the region.”
Alejandro Bermúdez
is based in Lima, Peru.
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